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El Mensaje en la Botella de Cristal

Pablo, Ícaro

Pablo, Ícaro

  Pablo, te fuiste hace poco más de un año... allá de donde venías : al cielo. Tu ultraligero a motor trató infructuosamente, al caerle la noche encima, de aterrizar en la carretera de la Coruña, en un ultimátum a la vida. Me detengo entre sollozos y lágrimas a flor de piel, mientras trato de proseguir escribiendo estas líneas. ¿Por qué será que hoy precisamente tu recuerdo acude a mí?.

  Alguien muy sabio - que padecía pólipos - con quien tuve la oportunidad (y el placer) de compartir una etapa del Camino de Santiago al poco tiempo de tu muerte me habló de "las puertas que hemos de traspasar". Andando en la tierra rojiza de los campos de vid riojana me decía :

 - [...] sé que, sin percibirlo nítidamente, tengo que traspasar -  a lo largo de mi vida - una suerte de "puertas"... que, no sin algún tormento, me permitirán crecer paso a paso, puerta a puerta. Con el tiempo he aprendido a afrontar esos pasos delicados, ese esforzado crecer...

Hoy siento que podría estar atravasendo una de esas "puertas vitales". Es la primera vez que pienso en tu muerte como tal... Pablo. Fue horrible sí, no lograste finalizar con éxito tu aterrizaje de emergencia : se interpuso la única línea de alta tensión que había en la zona. Derivaste a tierra toda esa corriente : debió ser instántaneo, ese fue tu último vuelo.

  O no, pues creo haberte reconocido en el majestuoso planeo del águila real que me ha saludado elegantemente en círculos en la solitaria cumbre del Pico de la Najarra a 2.015m en la Sierra. Me alegra ver que sigues disfrutando de una de tus tantas pasiones. Pocas personas que he conocido, como tú, supieron llevar a la práctica el "Carpe Díem, Temps Fugit!" . Es es tu legado. Mientras recupero el ritmo de mi respiración y acabo de atravesar la puerta del duelo y el vuelo de los seres queridos, pienso...

- Quizás Noelia y yo podríamos llamar "Pablo" o "Ícaro" a nuestro futuro hijo. Un hijo en el que, de algún modo, Maite y tú estábais también pensando antes de que un aterrizaje forzoso y un cable truncara vuestros planes. Seguiré oteando el cielo a la búsqueda de tu áerea mirada.

aguila

1 comentario

Cristina -

Hola Jordi, qué bonito tu escrito a tu amigo, me ha emocionado mucho... ícaro y pablo son muy bonitos :-)