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El Mensaje en la Botella de Cristal

Los límites, ... esa cosa tan cara para geógrafos y cartógrafos.

J.L.Borges, parafraseado por Pablo nuestro guía en Colón (Entre Ríos), que hoy tiene, según sus propias palabras,"la verba encendida".

 Pablo nos habla de la cultura pre-hispánica del lugar, la guaraní;  piragua es uno de sus vocablos. Precisamente, rodeados de agua, en la desembocadura del río Queguay sobre el río Uruguay, que en comunión con el Paraná forman el estuario de la Plata. Esta isla que se forma en la confluencia de ambos ríos, donde convergen (y divergen, en muchas ocasiones)  las naciones argentina y uruguaya. La única nota discordante en esta sinfonía natural acá, es como diría Borges, esa línea tan cara para los profesionales de los mapas a sueldo de políticos, burócratas y las fuerzas del (des)orden, trazos sobre un papel, muros imaginarios... (esto último es de mi cosecha, tras haber atravesado treinta-y-tantos de esos muros en mis periplos). Acá, los entrerrianos se sienten más cerca de los uruguayos del otro lado del río, que de los porteños, a la desembocadura del mismo.

  Volviendo a la harmonía, Queguay significa, "donde nacen los sueños". Los guaraníes, consideraban este lugar como "mágico". Nos apunta Pablo.

  Como dice, "lo que nos queda", pues al ser islas inundables, prosigue, han quedado intactas desde que llegaron los españoles. Conservando su rica fauna y flora, en sus selvas en galería,  más propia de latitudes más tropicales que de un lugar a 300 Km de la megalópois bonaerense. Literalmente, escuchando nomás que las grullas y el musical correr de las aguas internacionales, uno entra comunión con la naturaleza, por unos instantes... Parece, por unos momentos, que pudiera hablar guaraní.

 El Uruguay, "no es un río, es un cielo azul que pasa...", reza la canción de Anibal Sampayo.

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