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El Mensaje en la Botella de Cristal

Agua y roca

Agua y roca


 Brazeando en el agua, admirando desde el mejor punto de vista, el puente romano de la Garganta de Cuartos. Las rocas alisadas por el el paso del agua y del tiempo hacen las veces de playa rocosa, a modo de gradas que escalonadas, atestadas de gente en éste domingo 10 de agosto... Son días de mucho calor, y las gentes de la región se acercan a atemperar la temperatura de sus cuerpos a las pozas que nos regala el abrupto relieve que cae desde la cima del Pico del moro Almanzor.
 Por un momento,  trato de retrotraerme mentalmente a los tiempos en que fue construido el puente romano...en la antigua Hispania. Me resulta divertido el juego temporal, tratando de imaginar a los hispanos de la época desvistiéndose de sus túnicas, y desatándose sus sandalias para -al igual que acabo de hacer...- refrescarse en la piscina natural que se forma bajo el puente que facilita el paso de la garganta. Disfruto del espectáculo humano -estaremos concentrados varios cientos de bañistas del Siglo XXI- no estuviera acompañado de la música "máquina" que ahora resuena proveniente del chiringuito en el que los bañistas del S.XXI refrescamos la garganta...

 De vuelta a Madrid, recorriendo la bonita carretera que recorre la falda de este lado de la sierra de Gredos, hacemos una alto en Villanueva de la Vera. Nos recibe un local con una agradable terraza, sus sillas y mesas, dispuestas para disfrutar de la panorámica del Valle, con la meseta -mar de tierra. al fondo.
Un cartel en su puerta : " Barrio 68, Asociación cultural Cielo y Tierra". Carteles anunciando las diferentes actividades que se promueven " Proyecciones de Cine, etc...)" Parece una buena bienvenida... Paseando, nos adentramos en el casco viejo. Soportales y balcones de madera, de construcción tradicional, calles estrechas y empedradas-el peatón-paseante prevalece sobre el automóvil-. Pareciera que el vecindario -que no pasó el día refrescándose en las aguas de alguna garganta- hubiera salido del fresco resguardo del interior de sus casas para charlar, coser, o ver a los paseantes pasar... Llegamos a la plaza. Una amplia fuente de granito refresca y da música acuática al centro... rodeada de bonitos arcos que acojen a varias terrazas. Largas cuerdas con banderines con la bandera nacional y auntonómica cuelgan de los balcones, sobrevolando la plaza."Son Fiestas del pueblo"... pienso.

 Pausadamente, retomamos la ruta... Seguimos serpenteando por las carreteras de la Vera. Nos alegramos de haber tomado la ruta que, aún siendo más larga, nos depara esos destellos de luz. El día nos hace un último guiño, con los últimos rayos de sol acariciando la cima del Almanzor, al pasar por un lugar denominado "Balcón de Gredos"... el pensamiento revolotea por encima sus cumbres.

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